...PRÓXIMAMENTE...
Los Abisnautas : Universitarios del Universo será presentada bajo la 4º/5º emisión del festival poético hispanohablante de la Ciudad de México ECOS. Cometas fracturando el abismo / Abisnauta de los Mundos.
Fin del Mundo: Recuento literario de la primera década del nuevo Milenio
Mandala de MANUEL MENÉNDEZ
00:XX:XX
Toco la punta del alacrán todas las noches, todos los días
en este morir amargo a bocajarro, que no sabe a miel y sin embargo…
Inesperadamente el infinito:
voces paranoides atraviesan mis oídos
y desoxirribonucleizan mis recuerdos. Por ejemplo:
Los ojos de Barba Azul en los grabados de Doré: resumen de la entrada de la maldad al
mundo: el mariscal Gille de Rais muere de morbo al imaginarse los pensamientos
de sus amigos en cada orgía. En las mañanas, cuando sale a caminar antes que todo
el pueblo se despierte, la monstruosidad de sus pensamientos es peligrosamente
perfecta. O:
Un activista: por supuesto que te estoy agrediendo, soy un golpe a cada ciudad, cada país,
cada rincón de este cuerno de chivo que eres tú; mientras nuestros muertos se
atragantan con la tierra que les metiste en la boca, nosotros (huérfanos de nosotros
mismos) escogidos mutuamente como hermanos, renegamos de ti y queremos que
sepas que estás haciendo todo mal, que te equivocaste en algún momento y ni si
quiera sabes cuándo. O bien:
Durante la II Guerra Mundial, XX ocho soldados italianos naufragan en una isla pequeña
del mar Egeo. Meses después llega un comerciante a bordo de una barcaza.
Con el lema italiani e turchi: una fazza, una razza los invita a comerciar y a
fumar haschisch. En la madrugada roba sus armas, se aleja en su barcaza y deja
la pipa. Días después, el sargento Lorusso fuma mientras disfruta un masaje y
dice: “Si las cosas siempre estuvieran así, que te quitan las armas y te dejan esto,
se viviría mejor, ¿no?”: cuánta razón tenías, Gabriele, cuánta razón tenías. O:
Un reportero que busque la verdad como los héroes épicos buscaban el honor, que
encuentre los lazos y los candados sociales, que sea todo un campeador. O:
Una chica disuelta: la he visto en diversas ocasiones, supongo que llegó a mí a través de
una canción, como sucede en tantas otras ocasiones. Sólo la entreveo cuando llueve,
con el rabillo del ojo, durante unos pocos segundos: el tiempo que tarda una gota en
caer al suelo y disolverse sobre el asfalto. He llegado a sentir cómo el agua salpica
su cuerpo y pienso: tal vez vive en el filo que existe entre la brevedad de las cosas,
eso que me recorre la espina dorsal como una lengua. Y cuando volteo en busca de
su rostro, no veo a nadie, no se ve siquiera una silueta entre las gotas de la lluvia.
Yo también me la paso así, disuelto en cada atardecer, vislumbro la fragilidad del cielo (¿o
es la del cuerpo?) a través de un cristal sin
tiempo: los lunes por la mañana es difícil recordar que hay otra vida además de esta, que
hay que levantarse y seguir el vano rastro de una tumba o un tesoro entre tanto
agujero cavado sin motivo.
Sólo será por unas horas, pues la espesura de mi aliado me envolverá pronto con sus dedos
sucios:
perfecta metáfora del mundo fantástico.
A estas alturas los objetos adquieren texturas nunca imaginadas,
y olvidar sus contornos es una bendición.
de La Droga (RDLPS 2010)
Ilustración de MANUEL MENÉNDEZ